sábado, 21 de marzo de 2009

Aquellos años mozos cuando llegaba la primavera


Hoy entramos en la primavera, y es este momento en que los árboles se llenan de hojas verdes , las flores brotan por todas partes dando alegrías a los paisajes, los hombres ven como les caen del cielo recursos de seducción que les ahorran cualquier paso en falso.

Muchos sueñan que serán unos grandes seductores, como aquellos de los tiempos pasados, y que fascinaran a su presa con una simple mirada magnética a sus ojos.

Cuando tenía quince años quise seguir los consejos de mis amigos Alberto y Luison (Luis), fueron tácticas que ellos empleaban en aquellos días de quinceañeros, y que yo por más empeño que puse nunca supe llevarlas a buen fin.

Mis compañeros de fatigas para todo aquello que hacia falta siempre íbamos al cine, y me contaban muy seguros de ellos mismos, que solo había un método para tener éxito y conseguirlo todo rápidamente.

Quise, pues, poner sus consejos en práctica.

Un día, saliendo de un armario empotrado en el pasillo de nuestro piso, me abalance sobre Rosario, nuestra chica de las limpiezas que venia dos o tres veces por semana.
Pero aquella joven ecuatoriana, que tenía una bonita cara…en lugar de resistirse y abandonarme después del beso en sus labios…pues no se resistió, y al soltarse de mis brazos, me largo un sopapo que aun me duele la mejilla.

--Me dijo - - ¡Esas cosas no se hacen, señoriiíto! ¡Espero que el señoriiíto no me obligara a que le pegue de nuevo!

Estoy seguro que empecé mal, en mi precipitación por acabar de una vez, y liberarme de aquella preocupación que me amartillaba constantemente el coco…

A partir de aquel día me entro repugnancia por aquellos métodos tan bestiales de los que fui recomendado por mis compañeros

Desde entonces, empecé con mucha frecuencia el método de acercamiento por tanteo intelectual.

Empezaba preguntando:

--¿Sales mucho últimamente?

--Bastante—

--¿Te gusta realmente el cine?

--Las buenas películas ¡si!…pero que sean realmente buenas—

--¿El teatro también te gusta?

--Las piezas de teatro buenas ¡Si!--

--¿Y la novela negra?

--Algunas páginas, y algunas cosas en general—

De esta forma se creaba un clima intelectual…

Pero llegaba el final de la jornada, y también la despedida…y nada de nada…para que lo entendáis…para la chica ha sido como un caldo con poca consistencia, sin sabor, ni fuerza alguna, un caldo con dos “garbancitos”.

¿Como os lo diría?... Una caca de puchero… y me temo…que la ecuatoriana iría explicando por ahí, la falta de viagra que necesitamos los españoles para alterar nuestra sangre en primavera.
Ahora de mayor la pifio igualmente, pero solo durante esos tres meses de primavera…aixssss, ¿será el polvillo de las flores? jajaja

2 comentarios:

Lila dijo...

Qué gracioso eres jodio!

No sé que diria la ecuatoriana, pero a mi me encantan los españo-catalanes, es una pena que deba fidelidad a esta crianza monogamica, de lo contrario les cataria uno a uno ajajajaja.

Feliz fin de semana.

Juanita dijo...

Vaya relato; la llegada de la primavera si que nos vuelve de cabeza a todos; tal vez sea ese polvo o el calor que invade nuestros cuerpos; definitivamente esta época nos altera la hormona y nos lleva a buscar el amor y desbordar en alguien este sentimiento; no sé la ecuatoriana pero una mexicana en su caso también te hubiera soltado un catorrazo. Por ello, mejor yo temando el beso y un abrazo muy primaveral. Hasta luego.