viernes, 23 de octubre de 2009

No me gusta que pierdan el día durmiendo

No se por que será, pero ver el espectáculo de otro durmiendo en la cama mientras yo estoy despierto, me saca de mis casillas ¡¡Me re resulta tan chocante ver a otro que desperdicia las horas valiosísimas de la existencia…esos momentos tan fantásticos de la vida, desperdiciados por un sueño!!

Y ahí esta mi amigo Luis, dilapidando el tiempo con su abominable pereza, ver como se le escapan unas valiosas horas de su vida.

¡¡Cuanto mejor es estar atiborrándose de huevos fritos con tocino, estar incordiando al perro o flirteando con la vecina, que estar ahí tumbado con ronquidos incluidos!!

Eduardo y yo corrimos a su lado y le arrancamos las sabanas de un tirón, mientras yo le grito al oído Edu le pegaba un zapatazo en el culo…Se despertó de un salto


¿Que ocurre algo?...pregunto incorporándose eléctricamente.

¡¡Levántate, zopenco!!Rugió Edu… ¡¡son mas de la nueve y cuarto!! y así estamos siempre que los tres amigos salimos de acampada por estos mundos de Dios

Yo siempre duermo lo justo, el vivir el día desde las primeras horas de la madrugada es una gozada. Espero que tengáis mi mismo parecer

3 comentarios:

Gregorio Toribio Álvarez dijo...

Yo soy también de los que duermen poco. Pero cuando llega el verano me desquito y paso montones de horas en la cama. A recuperar.

Eli, dijo...

Dicen que al que maduga Dios la ayuda... y ha de ser cierto!... pero no voy a mentir, para mi dormir, o por lo menos estar oseosa, es un tremendo placer... especialmente si se esta acompañada.
Un beso, me gustó el relato.
Eli,

Mónica dijo...

Yo también duermo poquísimo y lo cierto es que a veces me encantaría poder pasarme el día entero en la cama pero es superior a mis fuerzas jajaja

Besos