martes, 3 de febrero de 2009

Los fines de semana en casa de otros


Los amigos que te invitan a pasar un fin de semana con ellos; siempre se quejan de que es cuando empieza el mal tiempo, lluvias, tormentas de granizos y ventoleras de escándalo

Pero para nosotros los invitados, es un agradable momento de descanso en el que uno se recupera de todas las preocupaciones diarias de la semana ayudando a los anfitriones, yendo a buscar carne al pueblo, limpiando los platos, reparando los fusibles, sacando agua del pozo, regando el jardín, taponando los escapes de esa maldita manguera que se pudre por todas partes, arrancando las malas hierbas, sacando las tumbonas, la mesa de ping-pong y volviéndolo a meter todo porque se pone a llover.

Sin comentar las embarcaciones de placer que poseen algunos de estos anfitriones ricos o más menos con algo de pastulina, a menudo te hablan de invitarte a dar un paseo. El mal tiempo es el que permite escapar de esta invitación. Pero la mayoría de veces el mal tiempo solo se desencadena cuando ya estas en alta mar; entonces ya es demasiado tarde para escaparse de lo que no sabes que vendrá (miedo asegurado).

Según comentan los anfitriones; los invitados debemos de ejercer una nefasta influencia en las condiciones meteorológicas y de navegación, ya que son mucho mejores cuando no invitan a nadie.

Jejeje y es que yo soy mas de río seco, y menos de río bravo

6 comentarios:

Carmina dijo...

vaya con el mal tiempo menudo respiro te ha supuesto, pero si se ha de desencadenar mal tiempo mas vale que sea en tierra firme que ya acojona bastante, en alta mar bufffffffffffffffff...besotes

Isi dijo...

Pues en Madrid alguien ha invitado a otro alguien que no termina de irse, porque el mal tiempo no nos deja ni un respiro!.

Me ha gustado tu teoría, muy acertada, porque siempre he escuchado eso de "pues hasta hoy ha hecho un calor horrible...no sé por qué hoy han bajado 20 grados las temperaturas.." jejejeje.

Un besoooo!!!

Bambú Blanco dijo...

Tu post me ha recordado a un refrán que dice: Los invitados, alegrias dan, si no es cuando vienen, es cuando se van.
Saluditos.

Juanita dijo...

Hola Carlos; debe ser divertido pasar esos fines de semana en el mar; gran ventaja de tenerlo cerca: para que yo disfrute de un sitio así tengo que viajar por lo menos 6 horas, así que tu narración me ha causado enviadia y de la buena. El grupo musical al que hago alusión; como lo menciono, no son artistas de mi agrado pero quizá la mencioanda melodía me pego por la historia y lo que relaciona. Gracias por tu comentario y tu agradable visita. Te mando un beso y un abrazo. Hasta pronto.

Roxana Laura Ronquillo dijo...

Nuuunca fui a navegaaaar :(
Pero acá en Argentina hace tanto, tanto calor que la sequía está arruinando cosechas y ganados. Mucha gente está rezando por la lluvia...
Te hago un cambio de lugar virtual por dos horas... Ja, ja, ja
Un beso.
Ro
(Me encantó la frase de uno de los comentarios anteriores: "los invitados alegrías dan, si no es cuando vienen, es cuando se van"... jajajaja buenísima, la voy a adoptar)

Mónica dijo...

Pues anda que no trabajas tu nada cuando vas de invitado jajaja, tener invitados así merece la pena.

Un besito