lunes, 9 de febrero de 2009

Algún arreglillo al cuerpo humano iría bien

Los automóviles se renuevan cada año con mejores modelos y ultimas tecnologías en motores. Por el contrario si hay algún mecanismo que necesita ser mejorado y perfeccionado es el cuerpo humano, esta caduco y necesita pasar unos cuantos años en alguna escuela de ingenieros.
Si empezamos por abajo y vamos subiendo. Ahí encontramos los pies. Los pies no tienen ninguna belleza. ¿Seria capaz algun@ de mis amig@s de salir con una chic@ que se pareciera a sus pies? Por supuesto que no.

Por un momento, trasladaros conmigo a un mundo de fantasía. Supongamos que te crecen los pies en forma de ruedas. Seria el acontecimiento científico del siglo. Podrías ir rodando a todas partes y, por la noche al volver a casa, tu madre, novia, novio, marido, podría acoplarte un aspirador al cuello, de manera que servirías para limpiar el suelo del piso.

Ahora, si ascendemos setenta centímetros ¿Qué encontramos? Un flácido muslo. Descendemos inmediatamente unos cuantos centímetros y ahí están las rodillas, ¿para que sirven? En los viejos tiempos desempeñaban una función importante en la tarea de hacer el amor. El amante se deslizaba del sofá situado en la sala de estar y se apoyaba en el suelo con una rodilla, cuando declaraba sus sentimientos a la muchacha de sus sueños. Ahora el asiento trasero de un automóvil, situado en un autocine, resulta ser un lugar mucho más práctico y, en poco tiempo el sofá de la sala de estar esta anticuado y caduco y la muchacha de tus sueños ya tiene cuatro niños. (Es que la película es era muy larga).

Un gran salto desde las rodillas al estomago para evitar hablar de las partes nobles, que están siempre muy bien formadas y sin nada que objetar (excepto algunas piquis miquis que tendrían que ser retocadas).

El estomago o barriga es una parte prominente del cuerpo humano, particularmente si se traga una cantidad notable de cerveza. Pero seguro que un buen diseñador inteligente la habría estructurado de una manera más eficiente. El estomago sirve para dos cosas. Retiene lo que comes y, lo más importante, retiene tus pantalones. Pero por suerte tenemos que respirar, por tanto cada vez que inhalamos nuestros pantalones descienden de cinco a diez centímetros, quedando nuestros pantalones a media asta. Esto se podría evitar alargando diez centímetros los huesos laterales de las caderas. Los pantalones entonces colgarían de una forma natural, sin la ayuda de cinturones o tirantes, y la parte trasera de unos pantalones masculinos no formaría esa bolsa que parece rellenada con sartenes.

Cuanto menos hablemos de los brazos, mejor será. Crecen sin razón alguna, se balancean hacia delante y hacia tras sin ningún objeto y confieren a sus propietarios un aspecto grotesco e incompleto. Incluso el feo orangután esta mejor dotado, aun siendo de una escala social inferior al hombre. Los brazos de un orangután adulto son lo suficientemente largos para llegar al suelo sin necesidad de agacharse, lo cual le permite al animal ir cogiendo cosas del suelo mientras va caminando por la acera, sin perder la dignidad.

El cuello seria mucho más útil si estuviera equipado con cojinetes de bolas. Lo que permitiría a la cabeza girar por completo sobre su eje y, volver a su posición original. Un hombre equipado con una cabeza giratoria podría pasear por la calle y, al darse cuenta que en dirección contraria deambula un bombón, podría girar rápidamente la cabeza hacia ella y mirar donde se dirige, para ver si el también podría ir allí a pasar la tarde. Al poder girar rápidamente la cabeza evitaría posibles tropiezos con extraños transeúntes y quizás con la propia esposa.

Estudiando los dientes, esos centinelas de la boca

La mayoría de los hombres invierten el veinticinco por ciento de su sueldo en sus mandíbulas. Si observamos la boca de un hombre que acaba de celebrar su cincuenta aniversario. ¿Qué es lo que vemos? Primero un pequeño trozo de tarta de cumpleaños y, observamos una variada colección de incrustaciones rellenas de cemento, fundas de porcelana y un paladar postizo. De hecho, lo encontramos todo menos dientes. Pero. ¿podemos echar la culpa a los dientes? ¡Por supuesto que no! Los dientes son inocentes. Nadie les ha preguntado si quieren formar parte de la boca.
Y si estuviéramos construidos científicamente, igual no tendríamos boca. ¿Como comeríamos? Pues, sinceramente no lo se. Pero voy a pensar un poco sobre esto el próximo fin de semana.

Llegamos ahora a la parte más alta del hombre: el cabello. La parte mas alta de la cabeza es, por lo visto, el único lugar donde el pelo no crece con grado de éxito muy consistente. En muchos casos, todo el cráneo consiste en una superficie lisa y resbaladiza, tan desierta como el mismo Sahara. En invierno podríamos cultivar cabellos en la cabeza, en primavera cuando los cabellos empiezan a hacerse delgados y al final caer en la sopa, el cuero cabelludo podría ser roturado para plantar otro tipo de pelo mas a lo primaveral y al veraneo. Cualquier hombre podría tener una cabeza de cabello durante el invierno y una cabeza de pelo a lo afro en verano.

Podría seguir indefinidamente señalado los numerosos errores que ha cometido la naturaleza, pero no quiero cansaros, admitir que todo lo dicho sobre el cuerpo humano ha sido un completo despropósito.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Gusta tu invento, yo estudiar tema, todo es posibile ma non se cuando será hecho
Bravo tema
Saludos

Carmina dijo...

jajajaj chiquillo eres unico, cuando lei lo de los retoques pense que te referias al elixir de la eterna juventud la cirugia estetica que deja a personas de cincuenta y sesenta como quinceañeras trasnochadas, pero lo tuyo es una revolucion mucho mayor, da mucho que pensar que lo unico que no desees cambiar sean las partes nobles, no crees?... besos wapeton tienes unas salidas buenisimas a ver si consigues un prototipo bien wapo

Lila dijo...

Hay buenas ideas de diseño en este post, aunque me siguen gustando nuestras imperfecciones.

Besos...

Gregorio Toribio Álvarez dijo...

Me ha encantado esta entrada llena de sensibilidad y solidaridad con todo el mundo que pueda leerla. Así ya nadie se sentirá traumatizado por sus defectos corporales.

Somos tan imperfectos que no nos conformamos con saberlo sino que queremos confirmarlo en todo momento colocando espejos por todos los sitios.

Menos mal que no te has metido con la estatura....

Originalidad la tuya, sí señor. Eres un crack.

Sigue, sigue.

Mónica dijo...

La belleza está en los ojos de quien nos mira.
Todos tenemos nuestras bellas imperfecciones que nos distinguen de los demás.

Besitos